Antes que nada los intereses en juego
El grupo de trabajo liderado por el médico Damián Verzeñassi -quien llevara adelante los llamados campamentos sanitarios que revelaran el impacto sobre la salud del uso de agroquímicos – denunció ayer que “el decano de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario, Ricardo Nidd, inició una persecución ideológica y académica” . Según denunció el propio médico lo hace “contra el equipo de docentes, graduados y alumnos que sostenemos las materias Salud Socioambiental y Práctica Final, reconocidos espacios que acompañan a pueblos y familias víctimas del modelo agropecuario dominante, con transgénicos y agroquímicos”. Por si quedaban dudas, Verzeñassi ubicó detrás de esta campaña a “funcionarios provinciales y empresas del agronegocio”. La semana pasada la oficina donde se archivan 96.800 historias clínicas de vecinos de 27 pueblos de la región fue clausurada con cadenas.
El equipo de docentes coordinado por Verzeñassi desarrolla desde hace seis años un experiencia inédita para las universidades de Argentina: campamentos sanitarios que relevan la situación de pueblos y ciudades, mediante el cual cientos de estudiantes se instalan durante una semana en los lugares y censan a la población. Estos campamentos, que ya llegan a 27 se han transformado en una prueba académica-científica sobre las consecuencias del modelo agropecuario. “Esto es sin duda lo que molesta a sectores políticos, transnacionales del agro y, vaya contradicción, autoridades de universidades públicas” opinó Verzeñassi ante Rosario/12.
Segun revelo el profesional desde hace algunos meses el equipo de Salud Socioambiental y Práctica Final, coordinados por él, viene sufriendo presiones por parte del decano, Ricardo Nidd. “La escalada tuvo su pico la semana pasada, cuando echó de su cargo de Secretario de Extensión Universitaria de la facultad, al profesor adjunto de la Práctica Final, Gastón Palacios, quien días antes había difundido en medios de comunicación resultados de los campamentos sanitarios. Y también -agregó- hizo lo mismo con la Subsecretaría de Bienestar estudiantil, a la co-responsable de la materia Salud Socioambiental, desde donde se garantiza la inclusión de estos temas en la currícula médica, Giovana Bonisoli”.
Pero el hecho más polémico -remarca Verzeñassi fue “hacer cerrar con cadenas y candados el ingreso a la oficina donde está toda la información de los campamentos sanitarios, que reflejan la situación sanitaria de 27 pueblos y ciudades de Santa Fe, Entre Ríos, Córdoba y Buenos Aires”. “Asi se nos impidió el acceso a todo docente de las materias a cargo del campamento”, destacó el facultativo.
Esta escalada de persecución académica se dio mientras Verzeñassi participaba del Tribunal Internacional Monsanto, en La Haya, Holanda.
Segun trascendió ayer y fue confirmado por el propio Verzeñassi, el decano Nidd habría mantenido reuniones con sectores vinculados al gobierno provincial y les habría ofrecido la coordinación de la materia Práctica Final y con ello de los campamentos sanitarios. “Tememos que el próximo paso del Decano sea echar a más docentes, no renovando sus designaciones a fin de año, y pretender desmantelar el Instituto de Salud Socioambiental y los campamentos sanitarios” apuntó Verzeñassi.
Según destacaron desde este equipo “los datos recolectados en los campamentos sanitarios han evidenciado los cambios en los perfiles de morbimortalidad de la región, que desde hace veinte años está sometida a un proceso de envenenamiento constante a partir de la incorporación de los organismos genéticamente modificados. Se logró asi evidenciar el impacto de semejante proceso en los ciclos vitales de los vecinos expuestos al agronegocio”.
Como dato revelador señalan por ejemplo que en Alcorta 22 de cada cien embarazos se perdieron por malformaciones congénitas en el período 2010 /2014. Un promedio varias veces superior al del resto de las localidades de la región.
A través de un comunicado el grupo de docentes, graduados y estudiantes dejaron sentada su posición, compartida por el propio Verzeñassi en diálogo con este diario. “No tenemos dudas sobre el rol de la universidad pública: estar al servicio del pueblo, libre de presiones del poder político y/o de las corporaciones. Lamentablemente, esta manera de defender la universidad pública, de construir datos epidemiológicos desde y con las comunidades, de difundir los resultados que son propiedad de la gente y de nadie mas, ha puesto en crisis muchos intereses empresarios y políticos. Y las presiones han recrudecido en los últimos meses. Somos testigos de autoridades provinciales que se incomodan con nuestro trabajo y sugieren que lo ideal para la Facultad es que silenciemos los resultados de los campamentos sanitarios. Lo mismo han hecho representantes de la agroindustria. Y funcionales han sido actores internos de la política universitaria, que se dicen “revolucionarios” y actúan con las entidades patronales del agronegocios”.
Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/rosario/9-57337-2016-11-06.html