Declaración de cara a las Elecciones Nacionales octubre 2023 ¡¡¡Al Gran Pueblo Argentino SALUD!!!
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(Quien olvida la historia está condenado a repetirla. Grabado a la entrada del pabellón 4 de Auschwitz)
LA SALUD PÚBLICA TIENE HISTORIA, y es DE LUCHA. Desde que la ideología neoliberal tomó impulso en el mundo, el achique del Estado y la creación del mercado como supuesto método que se fue imponiendo para satisfacer las necesidades vitales. Apenas concluido el golpe de estado de 1955 una comisión de OPS, instalada en el país, dictaminó la necesidad de transferir los hospitales nacionales a las órbitas provinciales y municipales hecho que con distintas velocidades, se completó en los 90´ en el gobierno de Menem. Sin la correspondiente partida presupuestaria cada jurisdicción se hizo cargo de su funcionamiento.
Toda la tarea de crear un sistema nacional de salud fue desarticulada.
Pero no es solamente (aunque sí muy importante) el funcionamiento hospitalario.
En parte las organizaciones sindicales más poderosas fueron construyendo sus clínicas para la atención de sus beneficiarios. La mayoría optó por contratar con el sistema privado mediante el pago de prestaciones. Se siguió en la lógica de atender la complicación y no en promover y proteger la salud.
Es imperioso partir del análisis de los fenómenos de salud y enfermedad teniendo en cuenta el contexto económico, político, cultural e ideológico de la sociedad actual y no sólo como fenómenos biológicos que atañen a los individuos.
Los gobiernos neoliberales impulsan una reducción del Estado y su capacidad de intervención voraz produce la destrucción sistemática de derechos junto con la profundización de las inequidades y la injusticia social. El proyecto político neoliberal coloca su esfuerzo en modificar el papel del Estado como proveedor de políticas públicas sociales y concebir la salud como un BIEN PRIVADO transfiriendo a los individuos y familias las responsabilidades para enfrentar sus problemas de salud.
La reforma mercantilista del sector salud se resumió en la creación de un mercado de seguros y prestaciones, con una cobertura básica para los sectores más desprotegidos, profundizando la brecha de desigualdad social. El gobierno de Macri intentó crear un sistema de seguros (en la Provincia de Mendoza lanzó la nominalización de la población, otorgándoles un carnet a cada habitante).
Qué quería decir esto? “paquete mínimo para cada unx” y “para todxs nada”.
No tuvo otro resultado que más enfermedades evitables, menos oportunidades de acceso a una atención integral, más desigualdad.
Se incluyó con discursos “marketineros” a través de la “CUS” (Cobertura universal de salud) la palabra UNIVERSAL, instalando una representación social que no era más que una trampa discursiva que hacía que parte de la población pensara que estas medidas, nadie quedaría sin acceso.Rápidamente se cayó esta falacia generando una situación sanitaria de mayor desamparo.
La lucha de los trabajadores de la salud en parte acompañada por demás sectores populares impidió la destrucción del sistema de salud público o de lo poco que se fue conservando; no obstante, lo que el macrismo destruyó de forma abrupta al gobierno del Frente de Todxs le resignificó (y continúan los esfuerzos para eso) mucho tiempo recuperar. Los intereses que representan al mercado a través de sus medios concentrados de comunicación y diferentes estrategias inciden en las subjetividades para desvalorizar lo público. En ese sentido la Cobertura Universal de Salud (CUS) con todo el marketing que conllevó, también sembró otra falacia de que existe “población sin cobertura”.
También allí se luchó fuertemente para desarmar esta construcción, planteando que el sistema de salud argentino a través del subsector público garantiza cobertura para la población que no cuenta con protección social. LA PANDEMIA DEMOSTRÓ QUE CUIDAR LA VIDA FUE POSIBLE PORQUE EL ESTADO ASUMIÓ EL ROL DE COORDINAR EL FUNCIONAMIENTO DE LAS O.S Y LA MEDICINA PRIVADA; ESTA ÚLTIMA NO CONTABA CON SUFICIENTES CAMAS DE TERAPIA NI RESPIRADORES, NI ESTABA DISPUESTA A INCORPORAR ESE EQUIPAMIENTO. LO HIZO EL ESTADO, a partir de RECUPERAR LA AEROLÍNEA DE BANDERA se adquirió el equipamiento proveniente de China.
¿Quién no recuerda con emoción el despegue del primer vuelo de Aerolíneas Argentinas hacia China?. Desde la Asociación Latinoamericana de Medicina Social/Salud Colectiva (ALAMES) sostenemos el carácter indeclinable de la responsabilidad del Estado en garantizar el DERECHO A LA SALUD, con acceso gratuito a los servicios sin discriminación alguna y fortalecer la cobertura del sistema de salud público universal-gratuito.
Los gobiernos de Néstor Kirchner (tren sanitario, programa Remediar) y Cristina Fernández (ampliación del Calendario de vacunación; Programa Qunita, Programa de Salud Sexual y Procreación Responsable y Asesorías en Salud Sexual Integral; Parto respetado, Programa de Fertilidad asistida en los servicios públicos de salud; fortalecimiento de los programas de APS).
Sin lugar a dudas este periodo está caracterizado por la recuperación de políticas de Derechos Humanos y, en el terreno de la economía, de políticas de redistribución de la riqueza, en un sentido de justicia social. Se asume esta responsabilidad, en contextos de fuertes pujas con el mercado y sus defensores quienes nos necesitan enfermos para garantizar sus rentas equivalentes a la industria armamentista.
LA SALUD NO ES SOLO LA ATENCIÓN DE LA ENFERMEDAD. La naturaleza social de la enfermedad no se verifica en el caso clínico sino en el modo característico de enfermar y morir de los grupos humanos.
El proceso salud enfermedad está determinado por el modo en que la humanidad se apropia de la naturaleza en un momento dado; apropiación que se realiza por medio del trabajo basado en determinado desarrollo de las fuerzas productivas y relaciones sociales de producción. ¿QUE SIGNIFICA EL NEOLIBERALISMO EN SALUD? Países como Colombia, a través de la Ley 100 (1993) y Chile con aseguramiento público (FONASA) y del sector privado (ISAPRE), representan experiencias recientes de las consecuencias catastróficas en la salud del conjunto de la sociedad y de los sectores más vulnerabilizados en particular; modelos basados en subsidio a la demanda que, sin eufemismos, significa salud privada para quienes puedan pagarla, y salud pública y de segunda para quienes no puedan pagarla; arrojando a una enorme cantidad de población a un destino de desamparo; siendo el único recurso la judicialización para el acceso, nuevamente, para quienes pueden pagarlo. El neoliberalismo en salud no solo se expresa en reducción de recursos destinados al sector y privatización de servicios sino también en cambios en las formas de trabajo de los equipos de atención.
A través del crecimiento de las distintas modalidades de empleo precario, la fragmentación sindical, feminización de la fuerza de trabajo, heterogeneidad en la formación, descentralización del sistema de salud, entre otras. Para este modelo, El ESTADO PIERDE LA FUNCIÓN DE GARANTIZAR EQUIDAD EN EL ACCESO Y DE LLEGAR A LOS TERRITORIOS CON PROGRAMAS Y RECURSOS PARA LA PREVENCIÓN.
El resurgimiento del sarampión durante el gobierno de Cambiemos en bebés, niños y niñas con consecuencias severas, el aumento notable de otras enfermedades evitables como la hepatitis, la sífilis y la tuberculosis, el bajo peso en mujeres embarazadas mostraron claramente y tristemente para las vidas de las personas, el desentendimiento del Estado de la salud, reduciendo el presupuesto, degradándose el Ministerio en Secretaría. La experiencia demuestra que el subsidio a la demanda (vouchers o seguros) termina por ofrecer sólo una canasta de atención, porque la idea es disminuir los costos del Estado, entonces se termina pagando con la vida la no cobertura completa en las prestaciones más costosas y necesarias (cirugías, terapia intensiva, medicamentos, etc.) También atenta contra la LIBERTAD, significante del que se valen los discursos de derecha y ultraderecha, en el qué rompiendo con todo pacto social, pretenden re-instalar el individualismo competitivo luego de haber vivido como sociedad una pandemia que nos demostró que NADIE SE SALVA SOLX, Y QUE NO HAY LIBERTAD SIN JUSTICIA SOCIAL.
Los candidatos que en estas elecciones encarnan el PROYECTO NEOLIBERAL PRETENDEN REEMPLAZAR CON UN “VOUCHER” (como si la salud fuera un producto más en una góndola) aquello QUE PARA LOS GOBIERNOS NACIONAL Y POPULARES es un DERECHO implica disputas de sentidos como de intereses y condicionamientos. ¿El voucher acaso habilitaría lo que necesites o tiene un límite? Si te habilita 5 días de terapia intensiva, quién paga el sexto, el séptimo? ¿Te entregaría otro voucher?, o como en el resto de los países que se implementó este sistema, es un gasto de bolsillo de la persona? De donde saldrán los recursos humanos y materiales para la prevención, por ejemplo, el próximo verano del dengue, o de las enfermedades crónicas no transmisibles como la hipertensión o la diabetes.
¿Y qué con la formación de profesionales, en las residencias o la resocialización de los internados en los manicomios? Es necesario volver a debatir, principalmente en el actual contexto electoral, en el colectivo de trabajadores de salud, movimientos sociales y políticos, asociaciones profesionales, la comunidad en su conjunto, si se quiere retornar a un modelo de aseguramiento en salud, productor de inequidad y exclusión de un amplio conjunto de la sociedad o si es necesario seguir construyendo un modelo en que la SALUD COMO BIEN PÚBLICO Y COLECTIVO, sea la bandera de lucha para transformar este presente difícil para las mayorías en un tiempo de vivir mejor, con mejor salud, con mejor trabajo, con mejor protección social.