Alames frente a las elecciones en Perú
La coordinación general de ALAMES desea expresar su felicitación al pueblo peruano por las recientes elecciones presidenciales. El presidente electo Ollanta Humala ha prevalecido en una muy ajustada elección en donde se agitaron múltiples fantasmas, pero ninguno tan amenazante como aquel que intranquiliza a las clases dirigentes de ese país: se debe saldar la deuda histórica que mantienen con los pueblos originarios.
Tal vez por eso los medios electrónicos a los que acceden las clases medias urbanas se poblaron de comentarios xenófobos contra el presidente electo y contra los que en su imaginación son sus únicos electores. Estas declaraciones que hacen rápidamente recordar las barbaridades que en el mismo sentido expresaron las burguesías de Santa Cruz o de Sucre nos ayudan a entender todo lo
que falta recorrer aun en América y el mundo para desmantelar el colonialismo político, económico y cultural.
La preferencia y simpatía por Humala subió abruptamente luego que finalizadas las elecciones. Parece explicarse porque los medios de comunicación peruanos dejaran de vender como su candidata a la hija del ex presidente genocida y de satanizar a quien hasta entonces era su
adversario.
El mismo premio nobel de literatura Mario Vargas Llosa, insospechado de progresista, a último momento hizo prevalecer su rechazo a la hija de Fujimori y “denunció” al diario El Comercio por su actitud abiertamente proselitista, en una súbita toma de conciencia de la forma como operan en nuestros países la red panamericana de diarios que lo tienen justamente a él como editorialista estrella.
Los primeros gestos del presidente electo hacen esperar un acercamiento a los gobiernos que han construido su identidad en estos últimos 15 años muy alejados del consenso de Washington.
Aunque las ligaduras que unen a Perú con EE UU serán difíciles de modificar y las segundas vueltas fuerzan extrañas alianzas, el acercamiento a los movimientos sociales e indígenas-originarios, los primeros gestos políticos de acercamiento con Bolivia y con Brasil hacen pensar que el UNASUR que se había debilitado un tanto con la elección de Piñera en Chile, volverá a fortalecerse, especialmente importante si se toma en cuenta la agenda en salud que ha consensuado en estos pocos años de existencia.
Mientras tanto queremos saludar también a los compañeros de ALAMES y del Foro Salud en Perú por su lucha y su prédica que permitió esclarecer a la población peruana sobre los intentos, tal como viene ocurriendo en otros países, de privatizar la salud a través de seguros públicos.
Esperamos y comprometemos nuestro apoyo institucional para que Perú, luego de este extenso período neoliberal, retome su rica historia sanitaria, recuperando y fortaleciendo un sistema de salud que tenga como eje al sector público y la recuperación de tradiciones ancestrales y
comunitarias de participación popular en salud para hacer realidad una salud equitativa en el marco de la integralidad de derechos que por siglos le ha sido negada a una buena parte de su población.